viernes, 9 de abril de 2010

Exprimiendo los huesos

El dolor tiene un valor, un valor alto que no todos pueden pagar. Llegado el momento que un ser querido nos deja en este mundo, la maquinaria está lista para empezar. Es un gran negocio el nacimiento, la educación, la salud y la recreación, pero es abominable el lucro que existe detrás de la muerte. Antes (y no hablo de milenios, sino unos cuantos decenios atrás) se despedía al difunto en alguna habitación de la casa, pero hoy en día arrancan con flores y coronas, ataúdes, salas de velatorio, cementerios y demás etcéteras.
La muerte, dama que espera a todos en algún lugar del camino, despliega en lo terrenal un abanico de prestaciones que son extremadamente redituables, y hay un gran ejército que espera deseoso ese momento no deseado por los demás. Y como todo ejército están desprovistos de sentimientos.
En la actualidad hay "cadenas" de casas de velatorios, florerias y cementerios privados, con un gran catálogo de productos para aquellos que no pueden elegir, pagar ni disfrutar.
Si del polvo venimos, y al polvo vamos, para qué? Para seguir exprimiendo el jugo a los billetes.


jueves, 8 de abril de 2010

1984 - Geoge Orwell



Eric Blair, cuan su verdadero nombre, escribió, entre otros grandes libros, 1984. Lo tengo como libro de cabecera, y es uno de los pocos que vuelvo a reeler por el solo gusto que me da internarme en sus páginas, en su mundo donde proyecta un futuro en donde los seres humanos son víctimas de un total control del pensamiento; vigilados a través de telepantallas son monitoreados y escuchados, adiestrando al hombre para ser solo nada.
En su libro, Orwell detalla a una ciudad de Londres donde todo es devastación, donde son dominados por un partido, y todo esta por debajo de él. Sus lemas son:



LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA
Es asombrosa (asusta) la coincidencia de los tiempos en que escribió este libro con la actualidad, o en realidad lo idiota que es la raza humana en repetir siempre sus errores. Siempre persiguiendo a la zanahoria, pero no vemos a quien sostiene el palito...